Quién introdujo el pagano “árbol de navidad” y su significado anticristiano

19 de febrero de 2021

Primera de tres partes

El «Árbol del Universo»

El borbonista Pepe Osorio junto a su mujer (no católica) Sofía Troubetzkoy, introductores delárbol del universo en España, en una fotografía tomada en Deauville en la primavera de 1869, pocos días después de su boda.

El árbol del universo ahora llamado “árbol de navidad” fue introducido por primera vez en la Alemania luterana a principios del siglo XVII. Fue hasta el siglo XIX cuando apareció en los países protestantes de Finlandia, Rusia e Inglaterra. Primeramente en el castillo de los Windsor (los hebraizados von Battemberg) quienes lo hicieron parte de su ornamentación navideña a mediados del siglo XIX.

Igualmente fueron los borbonistas hebraizados quienes lo llevaron a España hasta 1870. Se sabe que fue introducido por la duquesa “rusa” -no católica- Sofía Sergeïevna Troubetzkoy, mujer de un líder de la restauración borbónica; José Isidro Osorio y Silva-Bazán, hijo de la marrana (término para judíos que se hacen pasar por cristianos) Inés Francisca de Silva-Bazán (1806-1865), hija a su vez del hebreo marrano José Gabriel de Silva-Bazán y Waldstein y de la marrana Joaquina María Téllez-Girón y Alfonso Pimentel.

En España hubo grandes detractores de esta tradición como Dolors Cos en 1930 o Ramón Violant en 1948 que se quejaba de que mezclado entre los puestos de venta de figuras y adornos también aparecieran árboles de Navidad.

La reintroducción del árbol en Alemania, atribuida al heresiarca Martín Lutero

Grabado de la Familia Lutero.

(Información tomada de el sitio de la Universidad de Murcia)

La cultura alemana reconoce a Martín Lutero como fundador de la “fe” Protestante y como “padre del árbol de navidad”. Se cuenta que Lutero regresaba a Wittenberg, una silenciosa y fría noche de vigilia, y quiso recrear, adornando con pequeñas velas un abeto doméstico, la impresión fabulosa que tuvo al observar los árboles helados del bosque que resplandecían bajo la luz de las estrellas… quizá haya sido un intento de la iglesia alemana reformada por conservar una costumbre pagana, viva en el pueblo, atribuyéndole un carácter cristiano.

Martin Luther con su familia alrededor del “árbol de navidad”.

La costumbre se arraigó en Alemania y los países escandinavos en los siglos XVI y XVII, de allí paso a Inglaterra: primero fueron los soberanos de la casa de Hannóver, Jorge III (y sobre todo su esposa Carlota), y más tarde el Príncipe Consorte Alberto de Sajonia-Coburgo, celebre marido de la reina Victoria. Cabe pensar que el abeto decorado en los hogares, podría considerarse, en cierto sentido, como una prueba de fidelidad monárquica.

Wojtyla fue el introductor del pagano «árbol de Navidad» en el Vaticano

Desde 1982, cada año un país regala al Vaticano un árbol navideño. Una tradición que comenzó Juan Pablo II y que dura hasta nuestros días: Ver en Rome Reports.

(Transcrito de Azteca Noticias)

En la Plaza de San Pedro: Primacía del árbol navideño por delante de la Cruz.​

Ciudad de El Vaticano, El Vaticano.- Un abeto blanco de 24 metros adornará la Plaza de San Pedro de El Vaticano para las fiestas navideñas. El árbol será extraído de un bosque de la provincia italiana de Isernia.

El árbol ya fue identificado y será extraído del Bosque de los Abetos Soberanos, ubicado en la localidad de Pescopennataro, el próximo 5 de diciembre.

Con una grúa de la Protección Civil italiana el árbol será movilizado, envuelto en una red que sostendrá las ramas para posteriormente ser izada por un helicóptero del Cuerpo Forestal del Estado, que la trasladará hasta un valle cercano.

El árbol será posicionado sobre un camión de unos 30 metros de largo que lo transportará hasta la Plaza de San Pedro, donde será descargado por empleados de El Vaticano que lo adornarán con cientos de esferas y miles de luminarias.

Como es tradición, el árbol será ubicado junto al obelisco central de la plaza y a un lado de la estructura que contendrá un nacimiento gigante. El abeto será iluminado durante una ceremonia el 14 de diciembre entrante, mientras que el pesebre será inaugurado la tarde del 24, víspera de Navidad.

Parte segunda

La introducción del “árbol de navidad” en España e Inglaterra, obra de criptohebreos

(Nota: He suprimido una imagen y su pie de foto -el árbol genealógico de la Reina Victoria (enlace)-, porque es una frase muy errada. El pagano árbol «de Navidad» nada tiene que ver con ningún árbol genealógico).

De las navidades victorianas procede la costumbre de adornar las casas con un abeto iluminado, tal y como mandó hacer el príncipe Alberto por primera vez en la Navidad de 1841, idea que copiaron rápidamente las clases altas del país al publicarse diferentes grabados de la familia real alrededor del árbol. Y también fue entonces cuando aparecieron las primeras felicitaciones navideñas impresas, a raíz de que un editor, llamado Sir Henry Cole, encargase en 1843 la primera, idea que adquirió la familia real y fue imitada por el resto de la aristocracia y las clases altas.

Los árboles de Navidad ahora se convirtieron en furor en los círculos ingleses de la clase alta, quienes transformaron sus árboles navideños en el centro de las celebraciones y también competían por ver quiénes tenían los árboles más espectaculares. Los árboles navideños de principios del siglo XX eran cubiertos con velas, juguetes y adornos de madera pintados. Cuando la reina Carlota murió, en 1818,la tradición del árbol de Navidad estaba firmemente establecida en la sociedad inglesa, y continuó floreciendo a lo largo de los años 1820 y 30.

La reina Victoria, nieta de Jorge III y Carlota, conoció la costumbre de los árboles navideños en su infancia: “Después de cenar, como cada año, en el palacio de Sandringham… nos dirigimos al salón de dibujo cerca del comedor… Allí había dos grandes mesas sobre las cuales se encontraban dos árboles de Navidad decorados con luces y todo tipo de adornos. Los regalos estaban cuidadosamente colocados alrededor de los abetos“, escribió la monarca en su diario a la edad de trece años.

Cuando en diciembre de 1840, el príncipe Alberto -casado desde 1838 con la reina Victoria- importó varios ejemplares de abeto de su Coburgo natal, no eran una novedad para la aristocracia inglesa. Sin embargo, no fue hasta que periódicos como el “Illustrated London News“, “Cassell’s Magazine” y “The Graphic” comenzaron a describir minuciosamente los árboles de Navidad de la familia real todos los años desde 1845 hasta finales de la década de 1850, que la costumbre de establecer tales árboles ingresaron en los hogares de la gente común en Inglaterra.

Es durante la época victoriana que la cena que hoy asociamos con la Navidad empezó a tomar forma. Las primeras recetas victorianas se hicieron inicialmente de carne, comenzó a ganar popularidad en algunos de los niveles más altos de la sociedad y se convirtieron en los pasteles de carne picada que hoy conocemos.

El pavo asado también tiene sus inicios en la Gran Bretaña victoriana. Anteriormente otras formas de carne asada como la carne de gallina eran la pieza central de la cena de Navidad. El pavo se añadió a esta por los sectores más ricos de la comunidad en el siglo 19, pero su tamaño perfecto para una reunión de familia de clase media significó que se convirtió en el plato dominante a principios del siglo 20.

Mientras que los villancicos no eran nuevos para los victorianos, era una tradición que se revivió y popularizó. Los victorianos villancicos eran considerados como una forma deliciosa de entretenimiento musical. Las palabras antiguas fueron puestos a nuevas canciones y la primera colección importante de villancicos fue publicado en 1833.

Parte tercera

El árbol de navidad comunista: ¿una costumbre cristiana?

Vladimir Ilich Ulianovich, Lenin (1870-1924), acató la obediencia masónica en 1908 en la logia suiza “Art et Travail”. Posteriormente se unió a la “B’nai B’rith” exclusiva para hebraicos. Sus ascendientes familiares eran luteranos y judíos. Lo cuentan, entre otros autores, Nikolai Svitkov, en un trabajo publicado en París, en 1932: “Sobre la Francmasonería en el Destierro Ruso”. (enlace sobre este tema).

La Unión Soviética realizó una campaña de propaganda en favor del Abeto de Navidad mediante un cuento. El Árbol de Año Nuevo en SokolnikiLenin y los Niños.

El cuento El Árbol de Año Nuevo en Sokolniki – Lenin y los Niños habla de una celebración de año nuevo que se llevó a cabo en la Escuela Forestal de Sokolniki. Esta escuela dio asilo a hijos de revolucionarios, huérfanos de guerra, niños enfermos, vagabundos, etc. Allí se les daba formación académica, y simultáneamente se les formaba en el trabajo, el arte y la ciencia, con altos valores comunistas: en la igualdad, la cooperación, la fraternidad, entre otras cosas. Sumado a lo anterior, la Escuela Forestal era uno de los lugares donde se podía dar atención médica y recuperación a los enfermos durante la Guerra Civil.

Ejemplos del programa de propaganda comunista

El Árbol de Año Nuevo en Sokolniki – Lenin y los Niños

Imágenes sacadas de este ejemplar que se vendía de segunda mano en mercadolibre.com.ar (enlace), (copia), (captura 1), (captura 2).

Ilustraciones de propaganada

El origen anticristiano del Árbol de “Navidad”

Nota: el artículo de forocatolico.wordpress.com continúa pero decae mucho y se embarra demasiado en imprecisiones, por lo que lo omito. Si quiere continuar sígalo aquí: enlace.

La razón es que para los cristianos dar con el origen exacto de ese árbol pagano no es relevante. Está bien claro que se trata de un símbolo pagano, introducido por judíos y por la masonería en la Navidad. Celebración cristiana que nada tiene que ver con abetos, renos y montañas nevadas; sino con el Nacimiento del Niño Dios en un establo a las afueras de una ciudad del desierto.

La nieve, renos y abetos forman parte del naturalismo pagano y su solsticio de invierno, y que la judaica masonería celebra y tiene como suya propia: como también tiene destrozar al cristianismo sustituyendo las fiestas cristianas por las suyas paganas. Con la Navidad han hecho como con el matrimonio o la familia tradicional. Incorporar elementos ajenos a la Navidad para terminar desplazando a los símbolos cristianos, y con ello arrinconar el espíritu cristiano de la Navidad, palabra que significanatividad’, nacimiento, el del Niño Dios en Belén. Los símbolos paganos son utilizados como una estrategia para descristianizar la cultura occidental. Así actúa la judaica masonería y así lo ha hecho siempre, especialmente, insisto, contra todo lo cristiano.

San Bonifacio destruyó el “árbol de navidad”.

20 elocuentes pinturas y grabados lo demuestran.

Alrededor del año 723 San Bonifacio se dirigió a la región de la Baja Sajonia. Una comunidad de paganos cerca de Geismar iban a realizar un sacrificio humano (donde usualmente la víctima era un niño) a Thor, el dios del trueno, en la base de un roble al que consideraban sagrado y que era conocido como “El Roble del Trueno”.

Bonifacio, quiso destruir el Roble del Trueno no sólo para salvar a la víctima sino para mostrar a los paganos que él no sería derribado por un rayo lanzado por Thor.

El Santo y sus compañeros llegaron a la aldea en la víspera de Navidad justo a tiempo para interrumpir el sacrificio. Con su báculo de obispo en la mano, Bonifacio se acercó a los paganos, que se habían reunido en la base del Roble del Trueno, y les dijo: “aquí está el Roble del Trueno, y aquí la cruz de Cristo que romperá el martillo del dios falso, Thor”.

El verdugo levantó un martillo para ejecutar al pequeño niño que había sido colocado para el sacrificio. Pero en el descenso, el Obispo extendió su báculo para bloquear el golpe y milagrosamente rompió el gran martillo de piedra y salvó la vida del niño.

Después, se dice que Bonifacio habló así al pueblo : “¡escuchen hijos del bosque! La sangre no fluirá esta noche, salvo la que la piedad ha dibujado del pecho de una madre. Porque esta es la noche en que nació Cristo, el hijo del Altísimo, el Salvador de la humanidad. Él es más justo que Baldur el Hermoso, más grande que Odín el Sabio, más gentil que Freya el Bueno. Desde su venida el sacrificio ha terminado. La oscuridad, Thor, a quien han llamado en vano, es la muerte. En lo profundo de las sombras de Niffelheim él se ha perdido para siempre. Así es que ahora en esta noche ustedes empezarán a vivir. Este árbol sangriento ya nunca más oscurecerá su tierra. En el nombre de Dios, voy a destruirlo”.

Entonces, Bonifacio tomó un hacha que estaba cerca de ahí, y según la tradición, cuando la blandió poderosamente hacia el roble una gran ráfaga de viento voló el bosque y derribó el árbol con raíces y todo. El árbol cayó al suelo y se rompió en cuatro pedazos.

Sustituir la Navidad por el pagano Solsticio de Invierno.

En España hubo grandes detractores de esta tradición como Dolors Cos en 1930 o Ramón Violant en 1948 que se quejaba de que mezclado entre los puestos de venta de figuras y adornos también aparecieran árboles de Navidad.

Todo el arco del marxismo cultural sale de la masonería, que aunque no la veamos es muy numerosa y vive sumergida en una continua guerra contra el cristianismo. Esto escribió en Papa León XIII en su Encíclica Humanum genus en abril de 1884:

«en el espacio de siglo y medio la masonería ha alcanzado rápidamente un crecimiento superior a todo lo que se podía esperar, e infiltrándose de una manera audaz y dolosa en todos los órdenes del Estado, ha comenzado a tener tanto poder, que casi parece haberse convertido en dueña de los Estados

Han logrado desplazar todo sentimiento y celebración Cristiana de nuestras vidas, hasta el punto de que no he visto en la ciudad de Madrid ni un Belén en la calle, pero sí muchos y enormes árboles paganos que nada tienen que ver con la Navidad. Dejo unas imágenes de muestra, que he hecho yo mismo con una Nikon. España hace décadas que dejó de ser Católica y el mundo sufre de la misma enfermedad llamada masonería.

Lo único cristiano que he visto en Madrid ha sido este escaparate en la Calle Mayor junto a la Puerta del Sol. Las tiendas que surten de objetos Eclesiales suelen estar llevadas por masones, como las de Calle de Bordadores, muy cerca frente a la Iglesia de San Ginés.

Devastador.

El sentido gnóstico del árbol del universo

El árbol del universo representa el camino que emprende el pagano/satanista en su aprendizaje hacia «los estados alterados de conciencia» o gnosis. Es decir. El árbol del universo es la versión pagana centroeuropea del árbol del fruto prohibido, esto es, del árbol de la ciencia del bien y del mal de Génesis 3, donde, arriba en la punta del árbol del universo se encuentra el equivalente al fruto prohibido del que comieron Adán y Eva. Y que no es otra cosa que el estado pleno de gnosis por el que el hombre mata su alma. Es decir, literal, un acoplamiento con el espíritu del diablo. Y esto, justo esto, es lo que se estudia en el sistema de grados de la pagana y satanista masonería. El Rito Escocés tiene 33º grados.

«Y a vosotros los demás de Tiatira, los que no seguís semejante doctrina, y no conocéis las que dicen profundidades de Satán (nota: la gnosis), no arrojaré sobre vosotros otra carga.»

Apocalipsis 2, 24.

Los símbolos de la masonería están por todas partes, buceamos en ellos. Y este mundo, bastardo y podrido, corrupto y regado de sangre,… son ellos.

Edificio entre la Calle Sevilla y la Calle Alcalá de Madrid (31 de diciembre de 2021). A escasos metros de la Puerta del Sol.

¿de qué sirve al hombre, si gana el mundo entero (la gnosis), mas pierde su alma? ¿O qué podrá dar el hombre a cambio de su alma?»

Mateo 16, 24-28.

Amigo, dónde vas, dónde irás a parar.


Un saludo. Cuídense mucho.

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