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PRIMER VIERNES DE MES; el culto al Sagrado Corazón de Jesús es la más completa profesión de la Religión Cristiana
«…el Corazón de Jesús es el corazón de una Persona Divina, es decir, del Verbo Encarnado, y que, por consiguiente, representa y pone ante los ojos todo el amor que Él nos ha tenido y nos tiene aún. Y aquí está la razón de por qué el culto al Sagrado Corazón se considera, en la práctica, como la más completa profesión de la Religión Cristiana. Verdaderamente, la Religión de Jesucristo se funda toda en el Hombre-Dios Mediador; de manera que no se puede llegar al Corazón de Dios sino pasando por el Corazón de Cristo, conforme a lo que El mismo afirmó: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí…» (Evangelio de San Juan, cap.14, vers. 6)
Encíclica «Haurietis Aquas», del Papa Pío XII,
15 de Mayo de 1956
domingo, 29 de diciembre de 2019
ANIVERSARIO DE SOR JOSEFA MENÉNDEZ
Hoy es el Aniversario de la entrada en el Cielo de Sor Josefa Menéndez, una humilde religiosa lega, casi analfabeta y que jamás destacó en nada. Al morir, el mundo entero conoció las enormes gracias que el Sagrado Corazón de Jesús quiso regalar a esta sencilla mujer, que escribió, por estricta obediencia, todo cuanto el Divino Salvador quiso compartir con ella.
Te animo a a hacerte con un ejemplar de «UN LLAMAMIENTO AL AMOR» y que divulgues su lectura, como eficaz apostolado de quienes desean que el Corazón de Jesús sea más conocido y amado.
BREVE BIOGRAFÍA
Sor Josefa Menéndez nació en Madrid el 4 de Febrero de 1890, en un hogar modesto pero muy cristiano, bien pronto visitado por el dolor. La muerte del padre, dejó a la jovencita como único apoyo de su madre y de dos hermanas, a las que sostenía con su trabajo.
Josefa hábil costurera, conoció las privaciones y preocupaciones, el trabajo asiduo y las vigilias prolongadas de la vida obrera, pero su alma enérgica y bien templada vivía ya del amor del Corazón de Jesús, que le atraía a sí irresistiblemente. Durante mucho tiempo deseó la vida religiosa, sin que le fuese dado romper los lazos que la unían al mundo; su trabajo era necesario a los suyos y su corazón, tan amante y tan tierno, no se resolvía a separarse de su madre, que a su vez creía no poder vivir sin el cariño y el apoyo de su hija mayor. Un día sin embargo, el divino llamamiento se hizo irresistible, exigiendo los mayores sacrificio.
El 5 de Febrero de 1920, Josefa dejaba a su hermana ya en edad al cuidado de su madre y abandonaba su casa y su Patria querida, para seguir más allá de la frontera a Aquél cuyo amor divino y soberano tiene derecho a pedírselo todo.
Sola y pobre se presentó en Poitiers, en el convento del Sagrado Corazón de los Feuillants, santificado en otros tiempos por la estancia en él de Santa Magdalena Sofía Baral. Allí se había reanudado hacía poco la obra de la Santa Fundadora y a su Sombra florecía de nuevo un Noviciado de Hermanas Coadjutoras del Sagrado Corazón.
Nadie pido sospechar los designios divinos que ya empezaban a ser realidad. Sencilla y laboriosa, entregada por completo a su trabajo y a su formación religiosa, Josefa en nada se distinguía de las demás, desapareciendo en el conjunto. El espíritu de mortificación de que estaba animada, la intensa vida interior que practicaba, y una como sobrenatural intuición en cuanto a su vocación se refería, llamaba la atención de algunas personas que la trataron con más intimidad.
En este blog puedes encontrar extractos de las Revelaciones
del Sagrado Corazón a Sor Josefa Menéndez por la etiqueta
«Un Llamamiento al Amor«, en la columna izquierda
Pero las gracias de Dios permanecieron ocultas a cuantas la rodeaban, y desde el día de su llegada hasta su muerte, logró pasar desapercibida, en medio de la sencillez de una vida de la más exquisita fidelidad.
Y en esta vida oculta, Jesús le descubrió su Corazón. «Quiero – le dijo- que seas el Apóstol de Mi Misericordia. Ama y nada temas. Quiero lo que tú no quieres… pero puedo lo que tú no puedes… A pesar de tu gran indignidad y miseria, me serviré de ti para realizar Mis designios».
Viéndose objeto de estas predilecciones divinas, y ante el MENSAJE que debía transmitir, la humilde Hermanita temblaba y sentía levantarse gran resistencia en su alma. La Santísima Virgen fue entonces para ella la estrella que guía por camino seguro, y encontró en la Obediencia su mejor y único refugio, sobre todo, al sentir los embates del enemigo de todo bien, a quien Dios dejó tanta libertad.
Su pobre alma experimentó terribles asaltos del infierno, y en su cuerpo llevó a la tumba las huellas de los combates que tuvo que sostener. Con su vida ordinaria de trabajo callado, generoso y a veces heroico, ocultaba el misterio de gracia y de dolor que lentamente consumía todo su ser.
Cuatro años bastaron al Divino Dueño para acabar y perfeccionar Su obra en Josefa, y confiarle Sus deseos. Como Él había dicho, llegó la muerte en el momento señalado, dando realidad a sus palabras: «Como eres Víctima por Mí escogida, sufrirás y abismada en el sufrimiento morirás». Así, oscuramente, murió tal día como hoy, el Sábado 29 de Diciembre de 1923, a los 33 años, consumida por la ardiente sed de las almas que le había comunicado el Corazón de Jesús.
Y así habían de realizarse, de manera imprevista los designios de amor que Nuestro Señor Jesucristo le había manifestado el 7 de Octubre de 1923: «Pronto te llevaré a la claridad sin fin. Entonces Mis palabras se leerán y se conocerá Mi Amor.»
Pronto se dejó sentir la intercesión de Sor Josefa. El Corazón de Jesús cumplía su promesa: «Este será nuestro trabajo en el Cielo: enseñar a las almas a vivir unidas a Mí«. y otro día: «Mis palabras llegarán hasta los últimos confines de la tierra». Su corazón preparaba el camino que hoy descubre al mundo, hambriento de Verdad y de Caridad.»
viernes, 8 de noviembre de 2019
UNA SOLA COSA DESEO…
Jesús mío, una sola cosa deseo: que el mundo entero os conozca, y sobre todo, las almas que escogisteis por Esposas de vuestro Corazón adorable. Si os conocen os amarán, porque sois el Único Bien. Abrasadme en vuestro Amor y esto me basta. Abrasad a las almas todas, y correremos hacia Vos por el camino más recto, que es el camino del Amor.
No quiero más que amar y amar a Vos sólo. Todo lo demás será para mí como sendas para ir a Vos. Si yo pudiera, aún a costa de mi vida, todas las almas traería a vuestro Divino Corazón… Jesús, me has dado hambre y sed de que Te amen todas las almas; y con esta intención, Te lo ofreceré todo, saldré al encuentro de lo que más me cueste. Te prometo que en todo me sujetaré a Tu obediencia, siendo sencillo y pequeño, como un niño, y así dejarme guiar de Ti.
Sor Josefa Menéndez en «Un Llamamiento al Amor»,
el Martes 29 de Junio de 1920
Ejercicio Piadoso del Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.
Guarda silencio en tu interior durante unos minutos,
y a continuación reza la…
Jaculatorias para repetir a lo largo del día:
Sagrado Corazón de Jesús, en Tí confío
Sagrado Corazón de Jesús, venga a nosotros Tu Reino
Corazón de Jesús, encendido por nuestro amor, inflama mi corazón con Tu Amor
(100 días de indulgencia, Papa León XIII, 1893)
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍA 20: Día de Unión con el Corazón de Jesús
Día 20: Día de la Unión con el Corazón de Jesús
«Un alma que sabe hacer de su vida una continua unión con la mía, me glorifica mucho y trabaja útilmente en bien de las almas. Si desde la mañana se une a Mí y ofrece el día con ardiente deseo de que Mi Corazón se sirva de sus acciones para provecho de las almas y va hora a hora, momento a momento cumpliendo con su deber de amor ¡qué tesoros adquiere en un día!.»
«No deseo tan sólo que las alma se unan a Mí de una manera general, quiero que esta unión sea constante, íntima como es la unión de los que se aman y viven juntos, que aunque no estén siempre hablando se miran y se guardan mutuas delicadezas de amor.»
(Palabras de Jesús al alma, tomadas de «Un Llamamiento al Amor», por Sor Josefa Menéndez)
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍA 21: Día de Cumplimiento de la Voluntad de Dios
Día 21: Día de Cumplimiento de la Voluntad de Dios
«Almas queridas, aprended de vuestro modelo que la única cosa necesaria, aunque la naturaleza se rebele, es someterse con humildad y entregarse con acto supremo de la voluntad, al cumplimiento de la Voluntad Divina en cualquier ocasión o circunstancia. Lo único que os procurará felicidad cumplida es hacer la Voluntad de Dios»
«Cuando después de haber pasado por encima de las repugnancias y sutilezas del amor propio que os sugiere vuestra naturaleza, la familia o el mundo,abrazáis con generosidad la Voluntad Divina, sólo entonces llegaréis a gozar de las más inefables dulzuras en una íntima unión de voluntades entre el Divino Esposo y vuestra alma.»
(Palabras de Jesús al alma, tomadas de «Un Llamamiento al Amor», por Sor Josefa Menéndez)
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍA 22: Día de Inmolación
Día 22: Día de Inmolación
«Si vieras cuántas almas me afligen! Por eso busco víctimas que quieran consolarme y sufrir por Mi Amor. Yo te he escogido a ti, sí sufrirás para ganar almas… no temas, Yo soy tu fortaleza. Cuando el peso de la Cruz te parezca superior a tus fuerzas, pide socorro a Mi Corazón…»
«Mi Corazón busca víctimas que conquisten el mundo para el Amor. Yo Soy la gran Víctima, tú la víctima pequeñita que uniéndote a Mí, pueda ser el agrado de Mi Padre. La mayor recompensa que puedo dar a un alma es hacerla víctima de Mi Amor y Misericordia, porque la hago semejante a Mí, que soy Víctima Divina por los pecados»
(Palabras de Jesús al alma, tomadas de «Un Llamamiento al Amor», por Sor Josefa Menéndez)
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍA 23: Día de Amor a las almas
Día 23: Día de Amor a las almas
«Es tanto el amor hacia las almas que me consume el deseo de su salvación. Cuántas se pierden y cuántas esperan sacrificios para salir del estado en que se encuentran. Quiero que te abrases en el deseo de salvarme almas»
«Yo no puedo contener el amor que siento por las almas, y el Amor es tan fuerte que triunfará de todas las resistencias, no quiero que las almas se aparten de Mí. ¡Las amo tanto! y quiero que sepan que Yo deseo ser su recompensa y su felicidad…»
(Palabras de Jesús al alma, tomadas de «Un Llamamiento al Amor», por Sor Josefa Menéndez)
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍA 24: Día de Apostolado
Día 24: Día de Apostolado
«Para que el mundo conozca Mi Bondad necesito apóstoles que le muestren Mi Corazón, pero que sobro todo lo conozcan, porque nadie puede enseñar lo que no sabe. Deseo formar una liga de amor entre Mis almas consagradas para que ellas enseñen y publiquen por el mundo Mi Misericordia y Mi Amor.»
«No todas las almas pueden ir a evangelizar y predicar a países salvajes, pero sí, todas pueden hacer conocer y amar Mi Corazón. Mi Amor se sirve no solamente de su vida ordinaria y de sus menores acciones, sino también de sus miserias y debilidades, y muchas veces de sus caídas para bien de otras almas…»
(Palabras de Jesús al alma, tomadas de «Un Llamamiento al Amor», por Sor Josefa Menéndez)
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍA 25: Día de Dolor
Día 25: Día de Dolor
«Hay tantas almas que me abandonan y tantas que se pierden, y lo que más triste es que a a muchas las he colmado de dones y he fijado en ellas los ojos, en cambio unas me responden con frialdad, muchas con ingratitud. ¡Qué pocas! ¡Qué pocas las que me devuelven amor por amor.»
«Escóndeme en tu corazón y quítame un poco la amargura que me consume. Sí, son muchas las almas que me afligen y muchas las que se pierden, pero las que más hieren Mi Corazón son éstas que tanto amo y no se entregan del todo a Mí…»
(Palabras de Jesús al alma, tomadas de «Un Llamamiento al Amor», por Sor Josefa Menéndez)
miércoles, 26 de junio de 2019
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍA 26: Día de deseos de Reparación
Día 26: Día de deseos de Reparación
«Busco almas que reparen las ofensas que recibe la Majestad Divina y Mi Corazón se consume en deseos de perdonarlos, pero los pecadores sólo piensan en ofenderme»
«No pido más que tu corazón para esconderme en él a fin de liberarme de la amargura que me causan las almas. Sí, el mundo me ofende pero se salva por la reparación de las almas escogidas. ¡Ama! porque el Amor es Reparación y la Reparación es Amor…»
(Palabras de Jesús al alma, tomadas de «Un Llamamiento al Amor», por Sor Josefa Menéndez)
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍA 27: Día de Esperanza
Día 27: Día de deseos de Esperanza
«Cuanto mayor sea tu miseria, más te levantará Mi Poder, te enriqueceré con Mis Dones. Si eres un abismo de miseria, Yo soy un abismo de Bondad y Misericordia. No mires tu pequeñez, mira el poder de Mi Corazón que te sostiene»
«Soy Yo el que os he escogido y por tanto estoy obligado a daros cuanto necesitáis. No temas, si tu miseria es grande, mucho mayor es Mi Amor y sobre tu debilidad trabaja Mi fortaleza. Si no te atreves a acercarte a Mí, Yo me acercaré a ti…»
(Palabras de Jesús al alma, tomadas de «Un Llamamiento al Amor», por Sor Josefa Menéndez)
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍA 28: Día de Contemplación Dolorosa
Día 28: Día de Contemplación Dolorosa
«Mi Alma (en el Huerto de Getsemaní) estaba tan triste y desamparada que padecía angustias de muerte. Me vi cargado con todas las inquietudes de la humanidad y como recompensa a Mi Amor y de Mis sufrimientos habría de recibir los mayores ultrajes, las más negras ingratitudes…»
«La Sangre que brotaba de todos los poros de Mi Cuerpo sería inútil para un gran número de almas, muchas se perderían y muchas más no Me conocerían. Derramaría Mi Sangre por todas y Mis Méritos serían aplicables a cada una de ellas y sin embargo inútiles para tantas y tantas almas…»
(Palabras de Jesús al alma, tomadas de «Un Llamamiento al Amor», por Sor Josefa Menéndez)
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍA 29: Día de Subida al Calvario
Día 29: Día de Subida al Calvario
«Mi Cuerpo destrozado por tanto tormento camina sin fuerzas, bañado en sudor y Sangre, sufriendo toda clase de injurias, sin que nadie se compadezca de Mi Dolor. Estoy acompañado de una inmensa multitud en la que no se encuentra una sola persona que se compadezca de Mí…»
«La fatiga es tan grande y la Cruz tan pesada que a mitad del camino caigo desfallecido. La Cruz cae sobre Mí y su peso me produce nuevas heridas. Mi rostro roza las piedras del camino y con la Sangre que corre se pegan a Mis ojos y a Mi cara, la arena y el polvo, de suerte que quedo hecho el ser más repugnante…»
(Palabras de Jesús al alma, tomadas de «Un Llamamiento al Amor», por Sor Josefa Menéndez)
MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. DÍA 30: Día de Crucifixión
Día 30: Día de Crucifixión
«Contempla por un momento estos pies y estas manos ensangrentados, este Cuerpo desnudo cubierto de heridas y de Sangre, esta cabeza traspasada de espinas, empapada en sudor, llena de polvo y cubierta de Sangre. Admira en silencio, la paciencia, la conformidad con que acepto este cruel sufrimiento…»
«Contempla a Jesús tendido en la Cruz sin poder hacer el más ligero movimiento, con las manos y los pies desnudos, sin fama, sin honor. ¡Todo se lo han arrebatado! No recibe la más ligera prueba de cariño. No hay quien se apiade y compadezca de Su Dolor…»
(Palabras de Jesús al alma, tomadas de «Un Llamamiento al Amor», por Sor Josefa Menéndez)
EL DETENTE DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS; PRIMER VIERNES DE MES.
El conocido como «Detente» es un pequeño emblema que se puede llevar sobre el pecho, colgado al cuello o prendido de la chaqueta, aunque lo ideal es llevarlo a la altura del corazón, como recordatorio de las palabras de San Pablo “tened en vuestros corazones los mismos sentimientos que tuvo Jesucristo en el suyo” ( Flp.2,5 ).
Lleva una imagen del Sagrado Corazón, que normalmente va rodeado de la siguiente cita «Detente, el Sagrado Corazón de Jesús está conmigo».
Se cuenta que en el año 1870 una mujer romana, después de consagrar al Sagrado Corazón y a la Santísima Virgen a su hijo que partía para la guerra de unificación de Italia, alistado con los Zuavos Pontificios le entregó un «Detente» que ella misma dibujo sobre un pedazo de paño rojo diciéndole: «Él te devolverá sano y salvo a mi cariño». El joven salio ileso de la contienda diciendo que una bala que golpeó su pecho, donde tenía el «Detente» y se detuvo sin producirle ningun daño. La madre, contó lo ocurrido al Santo Padre.
El Papa concedió aprobación definitiva a tal devoción y dijo: «Esto, señora, es una inspiración del Cielo». Y, después añadió: «Voy a bendecir este Corazón, y quiero que todos aquellos que fueren hechos según este modelo reciban esta misma bendición, sin que sea necesario que algún otro sacerdote la renueve. Además, quiero que Satanás de modo alguno pueda causar daño a aquellos que lleven consigo el Escudo, símbolo del Corazón adorable de Jesús.»
Luego el mismo Papa Pío IX dictó la siguiente oración:
Abridme oh Buen Jesús,
las puertas de Vuestro Sagrado Corazón,
unidme a Él para siempre.
Que todas las respiraciones
y palpitaciones de mi pobre corazón
aún cuando esté durmiendo,
os sirvan de testimonio de mi amor
y os digan sin cesar: Señor, os amo.
Recibid el poco bien que yo hago,
y dadme vuestra santa gracia
para reparar todo el mal que he hecho.
Para que os ame en el tiempo
y os alabe por toda la eternidad, Amén.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío
(repetir tres veces esta última jaculatoria)
Para alentar a la práctica de este Santo Escapulario el Papa Pío IX concedió en 1872, cien días de indulgencia a todos los que lo llevaren y rezaren un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
En algunos «Detentes», como los que emplearon los contra-revolucionarios franceses, dibujaron una imagen del Divino Corazón, coronado por una cruz y con la inscripción «Le Roi», «El Rey», reconociendo a Cristo como el verdadero Rey de Francia y el Rey de todos los corazones.
El Detente fue usado en México por los Cristeros, que se levantaron en armas contra el gobierno anticristiano entre 1926-1929 y que llevaba la leyenda «Detente enemigo malo, el corazón de Jesús está conmigo» y también se pertrecharon con el Detente los católicos cubanos que combatieron el régimen castrista, ya que tenían especial devoción al Sagrado Corazón de Jesús y utilizaron un detente en el que decía: «Detente, bala enemiga, que el corazón de Jesús está conmigo».
Al recitar la jaculatoria del «Detente», renegamos de las obras del mundo, del demonio y de la carne, al tiempo que es una forma de solicitar la protección de Aquél que ha amado sin escatimar nada por conseguir el amor de los hombres (Palabras literales de Nuestro Señor a Santa Margarita de Alacoque).
¿Qué mejor manera de recordar el Amor del Sacratísimo Corazón, que llevando sobre nuestro pecho un “Detente”? Ya decía el Gran Pío XII sobre la Devoción al Sagrado Corazón que se considera, en la práctica, como «la más completa profesión de la religión cristiana» (Encíclica Haurietis Aquas, 15.V.1956).
Os invito a todos a conseguir un Detente; si no lo encontráis, podéis solicitármelo, que gratuitamente me comprometo a enviaros alguno. Podéis imprimir alguno de los modelos que aquí os presento; luego, sería ideal que lo plantifiquéis y con un alfiler, lo prendáis en vuestra ropa, a la altura del corazón.
El Detente no necesita de una bendición especial, ahora bien, en mi humilde opinión, creo que es mejor que esté bendecido por un sacerdote, que lo hago al estilo tradicional, empleando agua bendita mezclada con sal.
Puede solicitar
DETENTES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
confeccionados al estilo tradicional en Córdoba (España)
CONVIENE QUE CONFÍES EN MÍ
«La confianza es la llave que abre los tesoros de mi infinita Misericordia.
¿Sabes cuáles son las almas que más gozan de Mi bondad?
Son aquellas que más confían en Mí.
Las almas confiadas son las ladronas de Mis gracias.
Si quieres salir del estado de imperfección en que te hallas,
que tanto deploras y del que no puedes verte libre,
conviene que hagas dos cosas:
que no te fíes de ti, y que confíes en Mí. No basta la una sin la otra…
No son las fragilidades las que detienen la obra del Amor en un alma,
son los rodeos del amor propio, y la estima de sí.»
(Nuestro Señor a su Sierva Sor Benigna Consolata Ferrero, religiosa de la Visitación de Santa María, muerta en olor de santidad en Como-Italia, en 1916)
domingo, 1 de septiembre de 2019
SOR BENIGNA CONSOLATA FERRERO, consoladora del Sagrado Corazón de Jesús
La que habría de ser una confidente más del Divino Corazón, nació en Turín, el 5 de Agosto de 1885. Muy joven todavía empezó a tener comunicaciones divinas. En 1906, a los 21 años, entró en el Monasterio de la Visitación de Pignerol, pero a los pocos días, asustadas las Superioras de aquellos caminos extraordinarios, la despidieron. En 1907 fue recibida en la Visitación de Como (al norte de Milán). El 28 de Noviembre de 1912 hizo su profesión solemne, y el uno de Septiembre (también entonces Primer Viernes) de 1916, a los 31 años de edad, moría con fama de santidad.
Desde el anonimato de la clausura, escribía cuanto le dictaba el Sagrado Corazón de Jesús, como lo hiciera con Santa Gertrudis, de modo semejante a Santa Margarita Mª. de Alacoque y como volverá a pasar con Sor Josefa Menéndez, de quien tanto hemos dado a conocer en este blog.
Aquí os dejo algunos extractos de esos Mensajes del Sagrado Corazón a Sor Benigna Consolata Fuerrero, que seguro servirán para cumplir con los deseos de desagravio y consuelo que tanto ha solicitado este Divino Corazón.
«Es necesario reavivar la devoción a este Corazón, para que el mundo se conmueva de nuevo. Mi Corazón ha de ser la salvación de todo el mundo, la salvación de cuantos lo busquen y lo conozcan…»
«Estoy preparando la obra de mi Misericordia; quiero un nuevo resurgimiento en la sociedad, y quiero que éste sea realizado por el amor.»
«Yo no puedo resistir al ver tantas almas engañadas, y con ellas usaré de Misericordia, instruyéndolas cada vez más y llamándolas más dulcemente a Mi Divino Corazón. Yo les revelaré los secretos inefables de mi Divino Corazón y les enseñaré a vivir de Mi amor, de aquel Amor que vuelve suave el dolor más grande, y que hace gustar al alma una paz celestial, aun en medio de las más rudas pruebas.»
«Mi Corazón, ¡oh amada!, es tan poco conocido, que si los hombres tuviesen que elegir entre Mí y un pedazo de pan, preferirían el pan… Esto me causa pena, mucha pena. Ver a los hombres que gimen, sufren privaciones, languidecen; conocer que tengo todo lo que necesitan, ver que lo rehúsan, que lo desprecian, es una pena que me pasa el Corazón.
Para no sentirla, sería menester no amar a los hombres como Yo los amo; sería menester no haber muerto por ellos como Yo he muerto… ¡Oh María! ¡Cuánto me preocupa el amor de los hombres! ¡Cuánto ansío su amor! Por esto, cuando Yo encuentro un corazón que me abre las puertas, me precipito dentro con todas mis gracias…»
«QUE TODA MI VIDA NO FUERA OTRA COSA QUE UN SUSPIRO HACIA TI…» COMPENDIO DE SANTAS INTENCIONES
COMPENDIO DE SANTAS INTENCIONES
«¡OH JESÚS MÍO! Yo quisiera a cada latido de mi corazón, tanto de día como de noche, cuando en ello pienso y cuando no pienso, quisiera poder hacer millones de millones de aquel Acto de Caridad perfectísima que me has enseñado.
Quisiera poder dar a millones de y millones de almas los Sacramentos del Bautismo, de la Confirmación, de la Penitencia y de la Comunión; quisiera poder hacer que todas ellas oyesen y oír yo mismo, otro tanto número de veces la Santa Misa; quisiera poder unir, con el Santo Vínculo del Matrimonio, a todos aquellos que no lo están, según dispone la Santa Iglesia Católica, Apostólica, Romana.
Quisiera poder consagrarte millones y millones de Almas Sacerdotales; quisiera poder dar otras tantas veces la Extremaunción a los pobres moribundos; quisiera poder hacer, oh Jesús mío, millones y millones de Comuniones Sacramentales y Espirituales y quisiera asimismo, celebrar y hacer celebrar igual número de veces la Santa Misa.
Quisiera que millones y millones de veces cayese sobre mi alma Tu Sangre Divina, por medio de la absolución sacramental; quisiera poder hacer y que todos hiciesen otros tantos millones de millones de actos de Fe, de Esperanza, de Caridad, de contrición perfecta, de adoración, de acción de gracias, de alabanza y bendición, de reparación, de recomendación y súplica, de confianza, de abandono, de humildad, de mortificación, de resignación, de conformidad por puro amor a Tu Divino querer, y, en fin, todas las virtudes.
Quisiera poder asistir a todos los moribundos, consolar a todos los afligidos, visitar, confortar y prestar mis cuidados a todos los enfermos, apartar de la desesperación a cuantos se desesperan; practicar yo y hacer que todos practiquen, las obras de misericordia, tanto espirituales como corporales.
Quisiera, oh Jesús mío, enseñar a todos a conocerte, amarte y servirte; quisiera enseñar a todos no sólo la virtud, sino también la fineza de la virtud, y sobre esto, oh Jesús mío, quisiera que toda mi vida no fuera otra cosa que un suspiro hacia Ti, único y sumo Bien de mi alma, a quien quiero amar, a quien quiero servir, a quien quiero glorificar con todas mis fuerzas, ayudadas y vigorizadas por Tu Divina Gracia durante toda mi vida. Así sea, así sea, así sea.»
Este COMPENDIO DE SANTAS INTENCIONES, fue enseñado por Nuestro Señor a Sor Benigna Consolata Ferrero, visitandina italiana, muerta en olor de santidad en Como, el 1º de Septiembre de 1916. Con el Imprimatur del Card. Guistsola, Primado de Toledo, 26 de Septiembre de 1919.
(Extraído del «Vademécum propuesto a las almas piadosas y espirituales», de los escritos de Sor Benigna Consolata Ferrero, religiosa profesa de la Orden de la Visitación de Santa María)
«YO LES ENSEÑARÉ A VIVIR DE MI AMOR»
Sor Benigna Consolata Ferrero entró en la Historia de la Mística Católica por ser un alma confidente del Divino Corazón de Jesús, gracia muy especial de la que han gozado sólo pocos Santos.
Benigna Consolata nació en Turín, el 5 de Agosto de 1885. Siendo muy joven todavía empezó a tener revelaciones divinas. En 1906, a los 21 años, entró en el Monasterio de la Visitación de Pignerol, pero a los pocos días, asustadas las Superioras de aquellos caminos extraordinarios por los que transitaba la joven Benigna, la despidieron. En 1907 fue recibida en la Visitación de Como (al norte de Milán). El 28 de Noviembre de 1912 hizo su Profesión solemne, y el uno de Septiembre (Primer Viernes) de 1916, a los 31 años de edad, moría con fama de santidad.
Desde el anonimato de la clausura, escribía cuanto le dictaba el Sagrado Corazón de Jesús, como lo hiciera el Señor con Santa Gertrudis, de modo semejante a Santa Margarita María de Alacoque y como volverá a pasar con Sor Josefa Menéndez.
De los Dictados de Jesús
a Sor Benigna Consolata
«Es necesario reavivar la Devoción a este Corazón, para que el mundo se conmueva de nuevo. Mi Corazón ha de ser la salvación de todo el mundo, la salvación de cuantos lo busquen y lo conozcan».
«Estoy preparando la obra de mi Misericordia; quiero un nuevo resurgimiento en la sociedad, y quiero que éste sea realizado por el Amor.»
«Yo no puedo resistir al ver tantas almas engañadas, y con ellas usaré de Misericordia, instruyéndolas cada vez más y llamándolas más dulcemente a mi Divino Corazón. Yo les revelaré los secretos inefables de Mi Divino Corazón y les enseñaré a vivir de Mi Amor, de aquel Amor que vuelve suave el dolor más grande, y que hace gustar al alma una paz celestial, aun en medio de las más rudas pruebas».
«Mi Corazón, ¡oh amada!, es tan poco conocido, que si los hombres tuviesen que elegir entre Mí y un pedazo de pan, preferirían el pan… Esto me causa pena, mucha pena. Ver a los hombres que gimen, sufren privaciones, languidecen; conocer que tengo todo lo que necesitan, ver que lo rehúsan, que lo desprecian, es una pena que me pasa el Corazón. Para no sentirla, sería menester no amar a los hombres como Yo los amo; sería menester no haber muerto por ellos como Yo he muerto… ¡Oh María! ¡Cuánto me preocupa el amor de los hombres! ¡Cuánto ansío su amor! Por esto, cuando Yo encuentro un corazón que me abre las puertas, me precipito dentro con todas Mis gracias.»
«EL AMOR DE NADA NECESITA…»
Sor Benigna Consolata Ferrero entró en la Historia de la Mística Católica por ser un alma confidente del Divino Corazón de Jesús, gracia muy especial de la que han gozado sólo pocos Santos. Desde el anonimato de la clausura, escribía cuanto le dictaba el Sagrado Corazón de Jesús, como lo hiciera el Señor con Santa Gertrudis, de modo semejante a Santa Margarita María de Alacoque y como volverá a pasar con Sor Josefa Menéndez.
De los Dictados de Jesús
a Sor Benigna Consolata
«Cuando un alma se arrepiente, cuando detesta el pecado que tuvo la desgracia de cometer, cuando lo llora de todo corazón, ¿me creerás tan duro que no lo olvide? No conocerías Mi Corazón si lo juzgases así. Mi Amante Corazón tiene tal hambre y sed de los pobres pecadores, que cuando un alma empieza a volverse a Dios, ya Mi Corazón no se puede contener y corre a su encuentro…»
«Has de saber para tu bien y para el de otras muchas almas que si se quiere obtener una virtud sólida, es preciso esperarla del Corazón de Jesús. Quien quiera la salvación, no tiene sino que venir, a refugiarse en este Arca Bendita: desde aquí, se mira la tempestad, sin sentir sus sacudidas, sin amenazas de peligro. ¡Oh, esposa!, enseña a todos el lugar de refugio que has escogido para tu perpetua morada; haz la caridad de instruir también a los demás, a fin de que vengan a encontrarme. Yo tengo tesoros de gracias para todos: el que viene se los lleva.»
«Escribe, ¡oh Benigna Mía!, apóstol de Mi Misericordia, que lo que más deseo es que las almas, sepan que Soy todo Amor, y que la mayor ofensa que pueden hacer a Mi Corazón, es dudar de Su Bondad. Mi Corazón no sólo se compadece, sino que se regocija cuando halla mucha materia, en que ejercer Su Reparación, con tal que no vea malicia; ¡si supieras, lo que haría Yo en un alma aunque estuviese llena de miserias,si ella me dejase obrar!.
«El Amor de nada necesita; sólo desea no encontrar resistencia; y frecuentemente lo que exijo de un alma a la que quiero hacer muy santa, es que me deje obrar en ella. Las imperfecciones del alma, cuando no son consentidas, no Me disgustan, sino que atraen la compasión de Mi Corazón. ¡Amo tanto a las almas! Las imperfecciones deben servir al alma como de escalones para subir hasta Mí, por medio de la humildad, la confianza y el amor. Me inclino hacia el alma que se humilla, voy a buscarla en su nada para unirla Conmigo.»
«PORQUE YO TE AMO…»
Sor Benigna Consolata Ferrero entró en la Historia de la Mística Católica por ser un alma confidente del Divino Corazón de Jesús, gracia muy especial de la que han gozado sólo pocos Santos. Desde el anonimato de la clausura, escribía cuanto le dictaba el Sagrado Corazón de Jesús, como lo hiciera el Señor con Santa Gertrudis, de modo semejante a Santa Margarita María de Alacoque y como volverá a pasar con Sor Josefa Menéndez.
De los Dictados de Jesús
a Sor Benigna Consolata
«Un alma que vive de amor, pasa sobre la tierra rozando, como los pájaros, que cuando vuelan se aproximan a la tierra, pero no la tocan…
…esto que te digo es para el bien de las almas. Escribe que el horno del Amor es el horno divino en el que Yo purifico, Yo perfecciono y Yo formo a Mis Santos. Como para ablandar el hierro se le mete en el fuego y estando caliente se le da la forma que se quiere, así en el fuego de Mi Amor las almas se acomodan a todas las formas de la Santidad. Hay santidades austeras, éstas me honran con este género de santidad. Hay santidades más suaves, más accesibles, y éstas Me honran con su suavidad…
…lo que más me agrada es en lo que encuentro más amor. Prefiero menos austeridad y más caridad. Prefiero un corazón que palpite únicamente por Mí, que un cuerpo macerado por los ayunos, pero que aún conserve un resto de amor propio. El amor propio daña todo: es como la hiel, que con una gota basta para producir amargura…
El Amor hace muertos a la naturaleza para hacer resucitados a la gracia. Un solo acto de amor repara miles de blasfemias.
Cuando se quiere hacer crecer una planta, se le quitan las hierbas que la rodean; así, si quieres que crezca en ti el Amor de Dios, es preciso que arranques el amor que tienes de ti misma.
El fuego quema; así un alma llena de amor de Dios, quema sin saberlo. Un alma regocijada en Dios, es como un arpa armoniosa tocada, no por la mano de un Ángel, sino por el Amor de un Dios… Toda alma religiosa es un santuario mío; porque la profesión religiosa es una consagración; pero esto no basta; es menester que el Amor renueve esta consagración cada día, cada momento, cada segundo…
En un segundo puede producirse un pensamiento de amor que dure toda la eternidad…
Esposa mía, Yo te amo. Lee estas palabras «Yo te amo» en el pan que comes, en el gua que bebes, en la cama que duermes. Porque Yo te amo, te he preparado este pan; porque te amo, te he preparado esta cama para que duermas; en todo lo que Yo he puesto entre tus manos debes leer siempre «Alma mía, Yo te amo».
«…LA LLAVE QUE ABRE LOS TESOROS DE MI CORAZÓN…»
Sor Benigna Consolata Ferrero entró en la Historia de la Mística Católica por ser un alma confidente del Divino Corazón de Jesús, gracia muy especial de la que han gozado sólo pocos Santos. Desde el anonimato de la clausura, escribía cuanto le dictaba el Sagrado Corazón de Jesús, como lo hiciera el Señor con Santa Gertrudis, de modo semejante a Santa Margarita María de Alacoque y como volverá a pasar con Sor Josefa Menéndez.
De los Dictados de Jesús
a Sor Benigna Consolata
«La confianza es la llave que abre los tesoros de Mi infinita Misericordia.
¿Sabes cuáles son las almas que más gozan de Mi Bondad? Son aquellas que más confían en Mí. Las almas confiadas son las más ladronas de mis gracias. Escribe, pues, que el placer que experimento en un alma confiada es indecible.
Si clavaran las manos a un ladrón, ¿podría robar aunque quisiera? Si clavaran las manos a un asesino, ¿podría seguir matando? Pues bien, Benigna Mía. Yo Me he dejado clavar las manos para no poder, por decirlo así, castigar a los pobres pecadores. Escribe esto y me agradarás: ¡quiero que vean lo mucho que les amo!. Sufrió tanto Mi cabeza con la corona de espinas y también Mis ojos por la sangre que entraba en ellos; apenas podía abrirlos; pero de vez en cuando los abría para mirar con mucha compasión a Mis verdugos.
Si quieres salir del estado de imperfección en que te hallas, que tanto deploras y del que no puedes verte libre, conviene que hagas dos cosas: que no te fíes de ti, y que confíes en Mí. No basta la una sin la otra; sería un carro al que le faltara una rueda, no podría marchar sin una sola.
No son las fragilidades las que detienen la Obra del Amor en un alma; son los rodeos del amor propio, y la estima de sí.
Así es, esta oracioncita sola «Me fío de Ti» Me arrebata el Corazón, porque en esta oración están comprendidos la Confianza, la Fe, el Amor y la Humildad.
Alma religiosa, ¡cuántas veces no has visto que el soplo del viento hacía ondular las hierbas! Cómo las movía ligeramente, y de pronto se doblaban, y después, cuando el aire cesaba, volvían a su primera posición.
Así hace el Espíritu Santo con las almas fieles. Las mueve, pero con mucha suavidad. Y el alma fiel sigue el impulso. Así, cuando el Espíritu Santo da una inspiración, aunque brevísima por la duración, el alma se presta a seguirla, y después vuelve igualmente a lo que hacía; ésta es la flexibilidad que el Espíritu Santo quiere encontrar en un alma para cumplir en ella Su Obra de Amor…»
viernes, 28 de febrero de 2020
«PIENSA TÚ ÚNICAMENTE EN AMARLO TODO LO POSIBLE…»
Sor Benigna Consolata Ferrero entró en la Historia de la Mística Católica por ser un alma confidente del Divino Corazón de Jesús, gracia muy especial de la que han gozado sólo pocos Santos. Desde el anonimato de la clausura, escribía cuanto le dictaba el Sagrado Corazón de Jesús, como lo hiciera el Señor con Santa Gertrudis, de modo semejante a Santa Margarita María de Alacoque y como volverá a pasar con Sor Josefa Menéndez.
De los Dictados de Jesús
a Sor Benigna Consolata
«El espíritu interior es esencialmente espíritu de Fe. La Fe es la que orienta toda una vida. Es menester hacer muchos Actos de Fe para fortificarla cada día más. La Fe hace conocer el valor hasta de las cosas más pequeñas. Hace ver que un pequeño acto de obediencia vale más que si tú gobernases el mundo entero. La Fe debe hacer que veas a Tu Jesús en todas las ocasiones de mortificación. ¿No es verdad que si me vieras Niño pequeñito echarías enseguida los brazos para cogerme?
La Fe te hará ver a Tu Jesús en tus prójimos y si tú Me ves en él, me hablarás con dulzura. La Fe te hará ver el valor de la pureza de intención; es como si unieras tus acciones a Mis Méritos Infinitos, es como si las sumergieras en Mi Preciosa Sangre. Un alma fidelísimamente fiel tiene todo poder sobre Mi Corazón… Si quieres agradarme, confía en Mí. Si quieres agradrarme más, confía aún más; si quieres agradarme inmensamente, nunca podrás confiar todo lo que desea Mi Corazón. Un Acto de Confianza me agrada hasta ese punto, por la razón de que con él se honran Mis más queridos atributos: la Bondad y la Misericordia.
Benigna mía, no pierdas un momento más en pensar acerca de ti misma, ya sea tocante al alma, ya al cuerpo. Tú tienes un Esposo, que piensa en estas cosas, piensa tú únicamente en amarlo todo lo posible.
¿Sabes cuál es el camino que conduce más pronto al Paraíso? Es la esperanza en Mis Méritos y la fidelidad a la Gracia.
La intimidad con Dios es un tesoro tan grande, que el alma que la he encontrado debe hacer como se lee en el Evangelio, del hombre que encontró un tesoro en el campo, que fue con alegría a venderlo todo para comprar el campo que encerraba este tesoro; así debes hacer tú con la mortificación, venderlo todo; es decir, todas las satisfacciones de los sentidos, para comprar el campo del recogimiento donde está escondida la vida de unión con Dios; esta unión puede ser más o menos íntima. Mira, en el palacio del Rey hay empleados servidores que no ven al Rey más que raras veces, pero la esposa ¿qué íntimas relaciones no tiene con Su Esposo? Asimismo ocurre con las almas: unas hay que en la intimidad con Dios ocupan el lugar de la esposa y otras almas son como sirvientas, esto depende del mayor o menor amor y fidelidad.
Un alma muy fiel es también un alma que ama mucho y un alma que, ama mucho es un alma muy fiel. La medida del amor es la medida de la fidelidad, y la fidelidad es como el termómetro del Amor. Cuando crece el Amor, crece también la fidelidad, crece la humildad, crece la obediencia.
Cuando el Amor encuentra un alma fiel, humilde, obediente y mortificada, toma de ella una posesión particularísima, y lleva a esta alma a una gran perfección, si el alma es fiel a seguir Sus impulsos. Un alma fiel al Amor siempre está alegre…»
Mi agradecimiento a sicutoves.blogspot.com.
Un saludo. Cuídense mucho.