San Nicolás abofeteó al heresiarca Arrio, y fue castigado injustamente.
Foro Católico: En la cultura modernista, se ha representado y comercializado la figura de San Nicolás de Bari a través de una burla, de la mofa que representa el Santa Claus de la compañía refresquera Coca Cola.
Se le muestra como un duende regordete vestido de rojo y larga barba blanca, ridiculizando sus ropajes episcopales, y quien hoy en día se dedica en Navidad a regalar juguetes “a los niños que se portan bien”.
Además del objetivo comercial, santa Claus representa una blasfema y grosera burla contra el gran San Nicolás de Bari, gran defensor de la Divinidad de Jesucristo y ejemplar obispo católico.
De igual forma, en casi ningún devocionario se encuentra la VERDADERA FÓRMULA DEL CREDO DE NICEA (el cual añadimos al final), ya que en diferentes sitios han sustituido la fórmula CONSUBSTANCIAL AL PADRE por la expresión “de la misma naturaleza que el Padre”. ése fue precisamente el conflicto que tuvo San Nicolás con Arrio, el heresiarca cripto judío quien pretendía que Jesucristo era de una naturaleza divina, pero no el mismo y único Dios.
(Transcrito de Aleteia)
San Nicolás de Bari defensor de la ortodoxia, obispo de Myra y confesor. 6 de diciembre † hacia el año 346 en Mira Taumaturgo.
Su nombre significa “Protector y defensor de pueblos”. Participó en el Concilio de Nicea, condenando las doctrinas de Arrio, quien se negaba a admitir el dogma de la Divinidad de Cristo.
San Nicolás participó en el Concilio de Nicea, convocado en el año 325 por el emperador Constantino. Allí habría de encontrarse no sólo con más de trescientos obispos que habrían llegado a debatir la naturaleza de la Santísima Trinidad sino, además, con Arrio, que aseguraba que la naturaleza del Hijo no era igual a la del Padre.
Arrio defendía su argumento vigorosamente, mientras que los obispos escuchaban. Todos, menos Nicolás, que perdió la paciencia y abofeteó a Arrio en medio del concilio. Por su conducta, Nicolás fue llevado ante Constantino, quien determinó que eran los obispos quienes debían decidir qué castigo se aplicaría a Nicolás.
Así, le quitaron sus vestimentas obispales y le encerraron en la cárcel. Esa misma noche, cuenta la historia, Nicolás tuvo una visión en la que Jesús le entregaba las Escrituras y María le devolvía sus vestimentas. Al día siguiente, cuando el carcelero fue a llevarle la comida, se consiguió a Nicolás leyendo las Escrituras, vestido como un obispo.
Al enterarse, Constantino exigió que lo liberaran. Eventualmente, el concilio terminó dándole la razón a Nicolás, decidiendo así la cuestión contra Arrio, y redactando el que hoy conocemos como el Credo Niceno-Constantinopolitano.
Verdadera Ortodoxia
En aquella época en la Iglesia había disturbios a raíz de la herejía de Arrio, quien negaba la Divinidad de Jesucristo. El Concilio Ecuménico condenó al arrianismo y fueron compuestos los primeros siete artículos del Símbolo de nuestra Fe, en el cual se expuso en palabras exactas la fe ortodoxa, la fe en Jesucristo, quien es el Hijo de Dios, tiene la misma naturaleza de Dios Padre (consubstancial al Padre) y no es “su mejor criatura” como proponía el hereje Arrio.
VERDADERO CREDO DEL CONCILIO DE NICEA
«Creo en un solo Dios, Padre todo poderoso, criador del Cielo y de la Tierra, de todas las cosas visibles e invisibles.
Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios, y nacido del Padre antes de todos los siglos; Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no hecho; CONSUBSTANCIAL AL PADRE; por quien todas las cosas fueron hechas.
El cual por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó de los Cielos. (Dobla la rodilla).
Y por obra del Espíritu Santo encarnó de María Virgen: Y SE HIZO HOMBRE.
Crucificado también por nosotros; bajo el poder de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado.
Y resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.
Y subió al Cielo, y está sentado a la diestra del Padre. Y ha de venir otra vez con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos; y Su Reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, señor y vivificador, el cual procede del Padre y del Hijo; quien con el Padre y el Hijo juntamente es adorado y glorificado; el cual habló por los profetas.
Creo en una Iglesia, Santa, Católica y Apostólica.
Confieso un solo bautismo para el perdón de los pecados. Y espero la resurrección de los muertos + y la vida del siglo venidero. Amén.»
Texto rescatado de forocatolico.wordpress.com.
Un saludo. Cuídense mucho.