El Ministerio para la Seguridad del Estado (en alemán Ministerium für Staatssicherheit), más conocido por su acrónimo Stasi, era una exitosa agencia de inteligencia en la República Democrática Alemana de pos guerra, controlada por los soviéticos. La Stasi estuvo operativa entre 1950 y 1989, cuando fue disuelta tras la caída del Muro de Berlín. Es tristemente recordada por llevar a una escala monumental la persecución y espionaje de posibles opositores políticos reales o imaginarios, poniendo a todos los ciudadanos bajo sospecha y amenaza permanente. Tras la sublevación anti estalinista de Berlín en 1953, los dirigentes comunistas en Alemania comenzaron a temer a su propio pueblo, por eso decidieron espiarlo.
La policía del pensamiento
El control total sobre la población fue llevado adelante mediante una política orwelliana que pretendía detectar hasta la mas mínima señal de disidencia. Según los registros que se han podido conservar, la Stasi empleó por lo menos a 274.000 personas en sus tareas de espionaje. Los registros de 1989 documentan la existencia de unos 91.015 empleados a tiempo completo, incluyendo a 1.553 informantes que trabajaban secretamente en la vecina Alemania Occidental. El comisionado a cargo de los archivos en Berlín afirma que como muchos de los registros fueron destruidos, se estima que la cifra real estaría en torno al medio millón de informantes. Un ex coronel de la Stasi que sirvió en la dirección de inteligencia, estimó que la cifra pudo ser de hasta 2 millones si incluimos a los informantes ocasionales. Este despliegue para controlar a la población con un agente secreto cada 166 ciudadanos, empequeñece por ejemplo a la Alemania nacionalsocialista que tenía apenas 40.000 funcionarios de la Gestapo para vigilar y proteger a una población de 80 millones de habitantes (un funcionario cada 2.000 ciudadanos).
Además, la Stasi disponía de otros 100.000 informantes, a tiempo parcial, sobre las conductas «sospechosas» de sus amigos, vecinos e incluso familiares a cambio de unas vacaciones en Bulgaria o un coche nuevo. Aquellas delaciones implicaron penas de cárcel, torturas físicas o psíquicas o castigos profesionales para no pocos espiados. Por eso, la Stasi era uno de los órganos más temidos del país y su jefe, el anciano Erich Mielke, objeto de un silencioso odio popular. Ambos factores explicarían uno de los lemas más coreados durante las manifestaciones ciudadanas del prodigioso otoño de 1989: «Fuera la Stasi»[1].
El 15 de enero de 1990, el pueblo cumplió su advertencia cuando una muchedumbre encolerizada irrumpió en la central. Encontró 16.000 sacos, cada uno con 3.000 folios hechos trizas: rastros que los esbirros de Mielke trataban de borrar. Desde entonces, se han reconstruido unos 490.000 documentos, un 1% del total. «En el futuro, un programa informático se encargará de ese inmenso puzzle», afirma Walter, uno de los responsables del Archivo[1].
«Mi padre desapareció de repente», evoca Martin, un estudiante de ingeniería procedente del este. «Volvió a casa dos meses después sin que nadie nos diera ninguna explicación». Su padre no ha solicitado examinar su historial pero sospecha que pudo ser su propia hermana quien le delató[1].
Hasta el mismo George Orwell admitiría, a la vista de semejante archivo, que su novela titulada 1984 se quedó corta[1].
Asesinatos en el Muro de Berlín
El 13 de agosto de 1961 el Gobierno de la RDA mandó erigir un muro entre la parte oriental y la occidental de la ciudad, que dividió Alemania hasta la caída del muro en noviembre de 1989. Cientos de personas fueron asesinadas al intentar cruzar el muro para reunirse con sus familiares al otro lado de la ciudad.
En agosto de 2007 se hizo público un documento que demuestra que la Stasi tenía orden de tirar a matar contra los civiles.
«No duden en hacer uso de las armas, incluso si la transgresión fronteriza se produce con mujeres y niños, algo que los traidores utilizan con frecuencia»[2][3]. Así reza el primer documento encontrado entre los archivos de la Stasi, que demuestra que sus agentes recibieron la orden explícita de disparar contra aquellos que intentaran huir al Oeste, según informa hoy la prensa germana, en la víspera del 46 aniversario de la construcción del Muro de Berlín.
El documento ha sido hallado en una dependencia de los archivos de la Stasi en Magdeburgo y data del 1 de octubre de 1973. El informe está dirigido a una unidad especial infiltrada en las brigadas fronterizas, cuya misión era evitar la fuga de los propios soldados, algo que ocurría a menudo. En el documento se subraya que «es deber» de todo miembro de esa unidad responder a la «astucia» de los que quieren escapar mediante la «detención» o «liquidación»[2]. Se trata de la primera vez que aparece escrita una orden explícita de disparar en el llamado muro de la vergüenza.
El portavoz de los archivos de la Stasi, Andreas Schulze, ha declarado a varios periódicos que, oficialmente, las leyes de la República Democrática Alemana (RDA) tan sólo contemplaban el uso de las armas como «última medida». Los dirigentes de la RDA negaron siempre la existencia de una «orden de disparar». Sin embargo, el mandato de 1973 demuestra, según Schulze, que «la historia de la RDA no se ha terminado de contar».
Referencias
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Fuente
https://es.metapedia.org/wiki/Stasi
– POST DATA –
Añado este otro artículo. Hay que usar un tradictor (Google translate o similares).
http://tvplus.dn.ua/news/14/full/7644/
La vida de los otros (2006) (1080p) (h264) (mp4). Y añado la película completa (enlace).
Drama. Thriller | Espionaje. Guerra Fría. Años 80
Director: Florian Henckel von Donnersmarck
Sinopsis
República Democrática Alemana, año 1984. El capitán Gerd Wiesler (Ulrich Mühe), un hombre solitario, es un competente oficial del servicio de inteligencia y espionaje de la Stasi, la todopoderosa policía secreta del régimen comunista de la RDA. Sin embargo, cuando le encomiendan que espíe a la pareja formada por un prestigioso escritor (Sebastian Koch) y una popular actriz (Martina Gedenk), no puede ni siquiera imaginar hasta qué punto esa misión va a influir en su concepción de la vida y del mundo. (FILMAFFINITY)