Prólogo
Copio la página 8 de este estudio de sacerdotes católicos no conciliares (Enlace a PDF), un estudio muy serio y muy necesario leer al menos las primeras páginas, porque esclarece y da respuesta a la situación de la Iglesia a raíz del apóstata Concilio vaticano II (1962-1965).
Misterio de Iniquidad Investigación teológica, histórica y canónica.
Esta obra es el fruto de una larga investigación en la que han participado sacerdotes de Europa y de América.
De la página 8. (PDF). (Enlace).
Sobre el Anticristo.
Según San Pablo, el Anticristo “se sentará en el Templo de Dios” (2. Tesalonicenses II. 4). Comentando este pasaje paulino, San Agustín enseña que el Anticristo será un hombre individual, pero que se puede igualmente aplicar el mote “Anticristo”, en sentido figurado, a una sociedad anticristiana entera. Este Anticristo colectivo, que debe preparar la vía al Anticristo individual, se sentará “in templo Dei”. En latín, remarca San Agustín, la preposición “in” puede traducirse por “dentro” o por “en lugar de”. La expresión “in templo Dei” es susceptible de ser interpretada de una manera literal o de una manera figurada:
En sentido figurado, será una sociedad apóstata, una falsa Iglesia que usurpará el lugar de la verdadera Iglesia. Será una sociedad de apóstatas erigida en “Templo de Dios” una pandilla de infiltrados que pretenderán representar la Iglesia de Cristo.
En sentido literal, será un hombre que entrará en el templo para hacerse adorar como un ser divino.
“Este pasaje que hace referencia al Anticristo, se entiende no solamente del príncipe de los impíos, sino de alguna manera de todo lo que hace cuerpo con él, es decir de la multitud de los hombres que le pertenecen”. Es necesario interpretar “no en el Templo de Dios sino mejor en Templo de Dios, que no es otra cosa que la Iglesia” (San Agustín: Ciudad de Dios, libro XX, c. 19). Luego, el Anticristo es un falso papa y una secta herética que pretende representar la Iglesia católica.
Otra interpretación de –2 Tesalonicenses– merece ser mencionada. Proviene de un exegeta que ha sido honrado como santo aunque nunca fue canonizado formalmente. Este exegeta es un monje francés que vivió de 1092 a 1156. Pedro el Venerable. Escribió un comentario a la Epístola a los Tesalonicenses: “Cristo ha permitido esto: que el Anticristo, cabeza de todos los cismáticos, sederá en el templo de Dios, que los suyos (los cristianos) serán exiliados, y que quiénes no son los suyos ocuparán un día la Sede de Pedro.”
Nuestra Señora de la Salette nos dice: “En el año de 1865 se verá la abominación en lugares santos; en los conventos, las flores de la Iglesia estarán corrompidas y el demonio será como el rey de los corazones.” (velando la fecha, refiriéndose a 1965, fin del Concilio V. II)
Mi agradecimiento a @MysteriumIni (Twitter). Entrada también subida a uncatolicoperplejo.wordpress.com.
Un saludo. Cuídense mucho.