El Primado de Pedro y la institución de la Eucaristía por Jesucristo en la Última Cena (Versículos).

15 de agosto de 2024
Miércoles, 1 de noviembre de 1950. Plaza de San Pedro, Vaticano.
Miércoles, 1 de noviembre de 1950. Plaza de San Pedro, Vaticano.

Se trata de unos pocos versículos a modo de resumen, sobre el Primado de Pedro como Pontífice de la Iglesia, y sobre la institución de la Eucaristía por el mismo Jesucristo en la Última Cena.

El Primado de Pedro

(Exégesis a Mateo 10, 2): «Pedro, en arameo Kefa, esto es, piedra, llamado así porque a él será entregada la primacía (Mateo 16, 17-19; Lucas 22, 31 y siguientes.; Juan. 21, 15-17).»

NOTA: San Pedro se llamaba originariamente Simón, y Jesucristo le dio un nombre nuevo (Pedro) en relación a la misión que le entregaba. Es común en los religiosos, en las monjas por ejemplo, adquirir un nombre nuevo al consagrarse a Dios, dejando atrás el nombre viejo.

MATEO 16

13 Y llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, propuso esta cuestión a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?” 14 Respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista, otros Elías, otros Jeremías o algún otro de los profetas” 15 Díjoles: “Y según vosotros, ¿quién soy Yo?” 16 Respondiole Simón Pedro y dijo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. 17 Entonces Jesús le dijo: “Bienaventurado eres, Simón Bar-Yoná, porque carne y sangre no te lo reveló, sino mi Padre celestial. 18 Y Yo, te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del abismo no prevalecerán contra ella. 19 A ti te daré las llaves del reino de los cielos: lo que atares sobre la tierra, estará atado en los cielos, lo que desatares sobre la tierra, estará desatado en los cielos”. 20 Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que Él era el Cristo.”

JUAN 21

«15 Habiendo, pues, almorzado, Jesús dijo a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas tú más que estos?” Le respondió: “Sí, Señor, Tú sabes que yo te quiero”. Él le dijo: “Apacienta mis corderos”. 16 Le volvió a decir por segunda vez: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?” Le respondió: “Sí, Señor, Tú sabes que te quiero”. Le dijo: “Pastorea mis ovejas”. 17 Por tercera vez le preguntó: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?” Se entristeció Pedro de que por tercera vez le preguntase: “¿Me quieres?”, y le dijo: “Señor, Tú lo sabes todo. Tú sabes que yo te quiero”. Díjole Jesús: “Apacienta mis ovejas”.

JUAN 11

49 Pero uno de ellos, Caifás, que era Sumo Sacerdote en aquel año, les dijo: “Vosotros no entendéis nada, 50 y no discurrís que os es preferible que un solo hombre muera por todo el pueblo, antes que todo el pueblo perezca”. 51 Esto, no lo dijo por sí mismo, sino que, siendo Sumo Sacerdote en aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación, 52 y no por la nación solamente, sino también para congregar en uno a todos los hijos de Dios dispersos.”

NOTA: para congregar en Iglesia a todos los hijos de Dios dispersos en el mundo.

EFESIOS 2
Carta de San Pablo a los efesios​

«18 Y así por Él unos y otros tenemos el acceso al Padre, en un mismo Espíritu; 19 de modo que ya no sois extranjeros ni advenedizos sino que sois conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo piedra angular el mismo Cristo Jesús, 21 en quien todo el edificio, armónicamente trabado, crece para templo santo en el Señor. 22 En Él sois también vosotros coedificados en el Espíritu para morada de Dios.”

Como curiosidad traigo a (Mateo 24, 1-3), donde Cristo nos revela que todos los cristianos en los Últimos Tiempos seremos perseguidos y exterminados. El templo de Jesusalén en estos versículos es su Iglesia, que somos todos nosotros.

MATEO 24
La consumación del mundo

«1 Saliendo Jesús del templo (1Corintios 3,16-17), se le acercaron sus discípulos y le mostraban las construcciones del templo. 2 Y Él les dijo: ¿Veis todo esto? En verdad os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra; todo será destruido. 3 Y sentándose en el monte de los Olivos, llegáronse a Él aparte unos discípulos, diciendo: Dinos cuándo será todo esto, y cuál la señal de tu venida y de la consumación del mundo

La Eucaristía

La Misa (en latín) durante casi veinte siglos

La Última Cena (Jesús), por Leonardo da Vinci (1495-1498).
La Última Cena, por Leonardo da Vinci (1452-1519).

NOTA: El mismo Cristo fue quién instauró la Eucaristía una noche antes de su Pasión. Y esa Eucaristía fue destruída en el nefasto Concilio Vaticano II (1962-1965). La sustituyeron por otra Misa «nueva» que llamaron Novus Ordo Misae (Misa del Nuevo Orden, que ni en esto se recataron los globalistas recién adueñados de la Cátedra de San Pedro en 1958).

MATEO 26
Institución de la Eucaristía.​

«26 Mientras comían, Jesús tomó pan, y bendiciéndolo, lo partió y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad y comed, éste es mi cuerpo. 27 Y tomando un cáliz y dando gracias, se lo dió, diciendo: Bebed de él todos, 28 porque ésta es mi sangre del Nuevo Testamento, que será derramada por muchos para remisión de los pecados. 29 Yo os digo que no beberé más de este fruto de la vid, hasta el día en que lo beba con vosotros nuevo en el reino de mi Padre.»

1 CORINTIOS 11
Carta de San Pablo a los corintios​

«23 Porque yo he recibido del Señor lo que también he transmitido a vosotros: que el Señor Jesús la misma noche en que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo partió y dijo: Este es mi cuerpo, el (entregado) por vosotros. Esto haced en memoria mía. 25 Y de la misma manera (tomó) el cáliz, después de cenar, y dijo: Este cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre; esto haced cuantas veces bebáis, para memoria de Mí. 26 Porque cuantas veces comáis este pan y bebáis el cáliz, anunciad la muerte del Señor hasta que Él venga.»

JUAN 17
Jesús ruega por sus Apóstoles y por los prosélitos de estos (nosotros)

«20 Mas no ruego solo por ellos, sino también por aquellos que, mediante la palabra de ellos, crean en Mí, 21 a fin de que todos sean uno, como Tú, Padre, en Mí y Yo en Ti, a fin de que también ellos sean en nosotros, para que el mundo crea que eres Tú el que me enviaste. 22 Y la gloria que Tú me diste, Yo se la he dado a ellos, para que sean uno como nosotros somos Uno: 23 Yo en ellos y Tú en Mí, a fin de que sean perfectamente uno, y para que el mundo sepa que eres Tú quien me enviaste y los amaste a ellos como me amaste a Mí.»

Cuídense de este mundo.