Esta entrada viene indirectamente relacionada con el post #626, y siguientes, de la página 42 del hilo «Los Protocoloes de Toronto (de 1967 y 1985) de las alta masonería«, del foro burbuja.info.
Ayer, 13 de diciembre de 2024, salí a comprar un regalo de Navidad para mi sobrino, un LEGO, y me dirigí a El Corte Inglés de cerca de casa, el de Pozuelo de Alarcón (España). Es un lugar que evito pero no tenía mucha opción para encontrar un LEGO por esta zona. El caso es que,… las fotos las he sacado yo mismo, me encuentro con el siguiente escenario presidiendo el hall de la zona de juguetería.
- Simbolismo indú. Ganesh equivale a Baphomet. En Azul/noche/lunamenguantee versus naranja/fuego/rayo equivale al matrimonio alquímico, al Nigredo o a la figura de Satanás, la 1ª fase del rapto astral donde agrede con dureza. Y en amarillo como Nirvana o iluminación de Lucifer que es la 2ª fase del rapto. (No olviden que Satanás y Lucifer son la misma entidad. Los dos nombres son sólo para definir las dos fases que éste acciona contra el hombre en su rapto astral. El mismo diablo haciendo de poli malo y despues de poli salvador/iluminador).
- También esos dos elefantes equivalen a las columnas JyB de las logias sobre un ajedrezado, por poner otro ejemplo de equivalencia. El azul/naranja equivaldría a Gaia y el amarillo a la iluminación del diablo en forma de «el todo» o universo (ejemplo).
Y el simbolismo del ajedrezado por toda la juguetería y en mostradores. Aprovecho para añadir que la fábula nada inocente de Alicia en el país de las maravillas, funciona como un manual sobre las fases y encuentros que se producen en este rapto y que practica la masonería con todos sus miembros. Hay más manuales infantiles como Caperucita Roja por poner otro ejemplo, donde el lobo es Satanás en su acción de agresión y daño a modo de ariete, mientras que el color rojo de la capa es su mismo espírirtu envolviendo a la víctima en el proceso previo al rapto (se echa sobre uno, envuelve y daña). El proceso es un suicidio en sí, y que se evita con oración cristiana. Sean sensatos y háganse cristianos que es harto serio todo este asunto.




Sobre el masónico término «osos panda» he recordado al siguiente sujeto. Esta gente parece normal, lo parecen. Sobre el libro que saca el catedrático en su powerpoint, vean al Moloch en su portada.
(07:26): «La única revolución estaría precisamente en el desarrollo de los preludios, que es donde supuestamente nos encontramos ahora mismo. Así pues la cuestión no sería qué va a pasar, sino cómo y cuando. El panorama que describo tal vez valga únicamente para la variante del transhumanismo que, propongo llamar fuerte, por analogía con la versión extrema de la inteligencia artificial. Semejante transhumanismo es una ideología mucho más radicalmente anticristiana que las que anteriormente lucharon contra el cristianismo, porque si de alguna manera le asistirá a la razón, sería absurdo que Dios se hubiese encarnado en una criatura tan efímera como el hombre. No obstante hay aquí un punto de sorprendente convergencia.
A diferencia de las revoluciones románticas, como la marxista, la transhumanista sostiene que el timón de la historia no está en manos del hombre. El cristiano sabe por su parte que la historia está en manos de Dios, y que a nosotros nos queda la alternativa de colaborar o de oponernos a una fuerza que nos sobrepasa. A su vez el transhumanista está convencido de que nadie podrá parar la rueda de la tecnociencia. Tanto da que uno pretende acelerar la con todas sus fuerzas o que intente frenarla. Nick Bostrom es uno de los que más lúcidamente ha captado este carácter presuntamente ineluctable de la profecía transhumanista, aunque luego se haga él, me refiero a Bostrom, la ilusión de que es posible captar la benevolencia de la super inteligencia resultante, de suerte que no nos arrumbe como desechos o elementos desechables del progreso. (09:17)No es alentador pensar que sólo podremos aspirar a que lo posthumano se apiade de nosotros, como nosotros nos apiadamos de los orangutanes o de los osos panda.
Por otra parte resulta bastante dudoso que lo haga. Sobre todo cuando hasta una máquina, hasta una super máquina de hacer clips, podría borrarnos del mapa sin pestañear en el supuesto de que nuestra presencia le impidiese optimizar su producción.» (09:44).
– Juan Arana. «Catedrático de Filosofía en la Universidad de Sevilla. Académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de Madrid. Ha sido profesor en diversidas universidades españolas y extranjeras. (Ha escrito) 20 monografías, 250 capítulos de libros, artículos, revistas científicas.» Y además, un masón de manual que partiendo del error se entierra en él.
Sobre el término «orangunates» que maneja la masonería
Simios, orangutanes o antropoides,… son acepciones con los que la gente de la masonería, discretamente, se refiere a la gente Mátrix. Es decir, a los borregos, NPC, goyim, portales orgánicos o contenedores biológicos o animales «sin alma» (ejemplo); y que somos, según esta gente de la masonería, los no despiertos en sentido gnóstico y que es lo mismo que decir, los sin «alma luciferina», los que no hemos pasado por el proceso del rapto y no estamos envueltos por la serpiente, que es el espíritu del diablo.
Sobre el término «osos panda«

Postdata
Un ejemplo de cómo la gente de la masonería conoce el tema de la industria del tráfico y desaparición de niños por parte de los que medran en la secta. La siguiente mujer, masona random y de bajo perfil, de Méjico en este caso, en la red social sobre fotografía filckr.com, dedica su cuenta a retratar ejemplos de simbología gnóstica (masónica) en las calles y lugares públicos. La siguiente imagen la titula: Psycho Killer Panda.
Termino este post con que, en mi situación de persecución por esta gente o Gang Stalking, si yo hubiese tenido hijos me los habrían quitado. Los mismos que hace dos días me hieren en la cara con un «dale duro, dale duro».