Magnum Chaos: La taracea del Coro de la Basílica de Santa María la Mayor de Bérgamo, Italia.

5 de diciembre de 2023

Traigo esta transcripción del post #244 de la página 17 del hilo de burbuja.info, ‘Los Protocolos de Toronto (de 1967 y 1985) de la alta masonería. Filtrados y publicados por Serge Monast, que creo que podría ser de ineterés.


«Del hilo Simbología V.

un tecnico preocupado dijo:

¿Dónde está el bicho este? ¿En una logia, en un cuarto oscuro de algún grupo secreto o discreto, en un castillo de la nobleza negra?

«No. Es la taracea del coro de la basílica de Santa María la Mayor de Roma, una de las cinco basílicas de la denominada pentarquía, formada por San Juán de Letrán, San Lorenzo Extramuros, San Pedro y San Pablo Extramuros. Taracea es una técnica para hacer grabados en madera.»

La respuesta es de uno de los buscadores de la verdad, no es mía.

Se trata de una taracea en el coro de la Basílica de Santa María la Mayor, en Bérgamo, Italia. Y sí, hace referencia al diablo y nada de raro hay en ello. El ángel caído es representado en muchas Iglesias de forma limpia y sensata. Es decir, de forma didáctica. Por ejemplo, derrotado bajo los pies de San Miguel Arcángel en la Basílica de San Miguel en Madrid (imagen, imagen, enlace), Otro ejemplo, el cuado de San Miguel pisando al diablo en el Real Oratorio de Caballero de Gracia de Madrid (imagen, enlace). Y en cada Iglesia donde esté la Virgen María pisando (venciendo) a la serpiente. O un Santo luchando contra el mismo enemigo. San Jorge por ejemplo, en su caballo blanco que es el Espíritu Santo, luchando contra el dragón que es la vieja serpiente. Y nada de raro hay en esa taracea del siglo XVI de la Basílica de Santa María la Mayor, en Bérgamo.

Coro de la Basílica de Santa María la Mayor de Bérgamo
La Basílica es del siglo XII y el coro se hizo en el siglo XVI
 
El coro
«En ese presbiterio se encuentra un coro de madera diseñado por Bernardino Zenal (1460-1526) y Andrea Previtali (1470-1528).» (Wikijewpedia).
 
La pequeña taracea
La «Incrustación de madera (taracea) del coro de la Basílica de Santa María la Mayor de Bérgamo, (es) obra de Giovan Francesco Capoferri (1487–1534) a partir de un diseño de Lorenzo Lotto. Imagen con incrustaciones de madera que representa el caos magnum, el «gran abismo.» (Lucas 16:26)» (Wikijewpedia).
 

«Además, entre nosotros y vosotros hay un gran abismo (magnum chaos),
de manera que los que quieran atravesar de aquí a vosotros no pueden,
ni tampoco pasar de ahí a nosotros.»
Lucas 16, 26.

MAGNUM CHAOS

En el diccionario de la RAE nos cuentan que Caos es «del lat. chaos, y este del gr. χάος cháos; propiamente ‘abertura’, ‘agujero’.« Lo curioso es que en las Sagradas Escrituras, como hemos visto en (Lucas 16, 26), el término caos también es sinónimo de abismo.

  • RAE: «1. m. Estado amorfo e indefinido que se supone anterior a la ordenación del cosmos.»
«1 Al principio creó Dios el cielo y la tierra. 2 La tierra era confusión y caos,
y tinieblas cubrían la faz del abismo, mas el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas
(sobre la Mátrix, que salimos de ésta cuando despertamos espiritualmente).» –
Génesis 1, 1-2.
 
  • RAE: «2. m. Confusión, desorden

Es curioso también los términos ‘confusión’ y ‘desorden’, porque caos en sentido espiritual es no estar en orden a Dios, es decir, en ordenación en nuestro camino al cielo.

‘Gran caos o abismo’ es la Mátrix en sí; el Espíritu del Mundo, el mar o las muchas aguas en la Biblia; y cuyo principal inspirador (principal de príncipe) es Lucifer. Quiero decir, caos es cuando despertamos espiritualmente y pasamos de estar dentro de la mar a estar sobre tierra (desierto si no la regamos; y huerto o jardín si ponemos en práctica las Sagradas Escrituras. Esto es, si nos decantamos por ser Cristianos donde recibimos agua en términos espirituales. Es decir, gracia o Espíritu Santo). En estado de caos el espíritu del mundo (el espíritu del diablo) se vuelve peligroso para nosotros, ya que en este nuevo estado interior es donde empezamos a ser atacados espiritualmente. Y si no nos ordenamos a Dios, si no nos decantamos por ser Cristianos, el ángel caído como si de un león o tiburón se tratase, nos embiste hasta terminar forzándonos a un rapto. Y todo esto es peligroso.

Tras un despertar

«24 De manera que todo el que escucha mis palabras y las pone por obra será como el varón prudente, que edifica su casa sobre roca. 25 Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos (las embestidas o ataques espirituales) y dieron sobre aquella casa (nuestro espíritu), pero no cayó, porque estaba fundada sobre roca. 26 Y todo el que me escucha estas palabras y no la pone por obra, será semejante al necio, que edificó su casa sobre arena. 27 Cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y dieron sobre aquella casa, y cayó, y fue grande su ruina.» – Mateo 6, 24-27.

 

El rapto espiritual (la espiral)

Termino con una curiosidad pero antes recapitulemos. El ojo con pies y manos es el mismo Lucifer y el sol es su fuego, es decir, su espíritu o «energía álmica», su potente mente que siente como el fuego y entiende con gran potencia. Y el mar alrededor del sol es el Magnum Chaos, la Mátrix que es nuestra ceguera provocada por el ángel caído y que al salir de ella, al despertar, se vuelve peligrosa para nosotros si no nos decantamos por Dios. La curiosidad que quisiera resaltar son los círculos concéntricos, uno dentro de otro, formando un tubo o túnel que se aleja, o espiral, dentro de ese sol. Porque el símbolo de la espiral, siempre hacia abajo, es el rapto a que somete Satanás a los que se lleva consigo a los ‘estados alterados de gnosis. Es decir, el rapto es entrar por esa espiral forzados, y que es una caída a las profundidades de su mente. Porque así caen los hombres, como hicieron los ángeles caídos antes que ellos. Todos de la mano de Lucifer. Unos libremente y otros forzados al no hacerse de Dios.

«A vosotros, los demás que estáis en Tiatira, que no seguís esa doctrina (gnosis)
y que no habéis conocido las profundidades, como dicen ellos, de Satanás:
no echaré sobre vosotros otra carga.»
Apocalipsis 2, 24.

Termino comentando que el sentido correcto de la taracea es cabeza abajo, invertido o en sentido inverso. Esto es, hacia abajo o en caída o abismo. Es el sentido que sigue lo que va para no permanecer. Traigo un extracto del post #170 del hilo de los Protocolos de Toronto filtrados por Serge Monast.

 

  • «En los textos proféticos (de las Sagradas Escrituras) aquello que va para no permanecer se cuenta en sentido inverso. Es decir, la trayectoria cronológica del pueblo del anticristo se enumera al revés. Por ejempo. Se empieza por la vejez y se termina por la niñez. En cambio, la sucesión cronológica de los sucesos protagonizados por los cristianos y personas de buena voluntad se cuentan en sentido normal.» Es decir, hacia arriba en ordenación al cielo.

Es resumen. Esa taracea representa al peligroso espíritu del mundo tras un despertar espiritual, donde pasamos a estar al acecho del ángel caído.

«8 Estad alerta y velad, que vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
rondando y busca a quien devorar (raptar). 9 Habéis de resistirle firmes en la fe,
considerando que los mismos padecimientos soportan vuestros hermanos
dispersos por el mundo.»
– 1 Pedro 5, 8-9.

 

«12 que no es nuestra lucha contra sangre y carne (personas), sino contra
principados, contra potestades, contra los dominadores de este mundo
tenebroso, contra los espíritus malos de los aires.»
– Efesios 6, 12.

Ramón Valero, cuídate mucho.