«y si alguno te abofetea en la mejilla derecha, dale también la otra;» – Mateo 5, 39. (Explicación a éste incomprendido versículo).

2 de septiembre de 2024

Contexto

Se trata de un versículo que causa controversia en su interpretación, y cuyo sentido está en el mismo capítulo 5 del Evangelio de San Mateo. Es decir. El sentido del versículo lo da su contexto, y es aquí donde está su imcomprensión, porque se saca de su contexto que es todo el capítulo 5 de San Mateo, un capítulo que trata sobre sencillas reglas para la convivencia diaria.

Además, este versículo es muy utilizado por los enemigos del Cristianismo, donde teorizan sobre falsos pacifismos llenos de emotivismo y «tolerancia».

Aprended a hacer el bien

“Aprended a hacer el bien,
buscad lo justo,

poned coto al opresor,
haced justicia al huérfano,
defended la causa de la viuda.”
– Isaías 1, 17.

“Los hombres sanguinarios odian al íntegro,
mientras los justos procuran defenderlo.”

Proverbios 29, 10.​

Salvar almas

Cristo tiene una obsesión por la que sufre increíblemente. Esa gran preocupación, esa gran herida abierta, somos nosotros. Es decir. Su gran preocupación es nuestro destino, y se duele increíblemente cuando le rechazamos. Y a los que Le queremos y escuchamos nos pide que miremos por nuestros enemigos, como un hermano mayor mira por sus hermanos pequeños. Que miremos por el bien de ellos antes que por el nuestro. Nos pide que queramos lo mismo que Él, Jesús, quiere: que nadie se condene. Ayudar y contribuír, en la medida en que podamos, a salvarle almas. Toda la penitencia y todo el sufrimiento en el Cristianismo va enfocado a esto, a salvarle almas.

Inaudita belleza la de nuestro Dios. Insondable belleza la de Jesucristo,… incomprendido, rechazado y odiado por nosotros.

«Porque así amó Dios al mundo: hasta dar su Hijo único
para que todo aquel que cree en Él no se pierda,
sino que tenga vida eterna.»
– Juan 3, 16. ​ ​

“Señor mío, más vale encontrarte
sin haber resuelto tus enigmas,
que resolverlos y no encontrarte.”
-San Agustín (Confesiones I, V, 3).​(Copia).


Para que todos se salven
Esto se nos pide, o al menos, desearlo​

«32 y no seáis ocasión de escándalo, ni para los judíos, ni para los griegos, ni para la Iglesia de Dios; 33 así como yo también en todo procuro complacer a todos, no buscando mi propio provecho, sino el de todos para que se salven– 1 Corintios 10, 32-33.

Sencillas reglas de conviviencia
Sencillo sentido común​

Los siguientes versículos están enfocados a la conviviencia diaria, al vivir día a día en comunidad. Desde los negocios dando la palabra o juramento como seña de compromiso, hasta el trato con los distintos grupos étnicos en Israel, todos juntos conviviendo en ciudades y caminos.

Para Dios todos somos sus hijos por decirlo así, buenos y malos, y quiere que velemos los unos por los otros. Que hagamos el esfuerzo.

«21 Oísteis que fue dicho a los antepasados: «No matarás»; el que matare será reo de condenación”. 22 Mas Yo os digo: “Todo aquel que se encoleriza contra su hermano, merece la condenación; quien dice a su hermano «racá» merece el sanhedrín; quien le dice «necio» merece la gehenna del fuego. 23 Si, pues, estás presentando tu ofrenda sobre el altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo que reprocharte, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. 25 Ponte en paz, sin tardar, con tu adversario mientras vas con él por el camino, no sea que él te entregue al juez y el juez al alguacil; y te pongan en la cárcel. 26 En verdad te digo, que no saldrás de allí sin que hayas pagado hasta el último centavo”.

– Mateo 5, 21-26.

[9941] 24. “La misericordia del Padre es tal, que atiende más a nuestro provecho que al honor del culto.” – San Crisóstomo.

38 Oísteis que fue dicho: «Ojo por ojo y diente por diente». 39 Mas Yo os digo: no resistir al que es malo; antes bien, si alguien te abofeteare en la mejilla derecha, preséntale también la otra (es decir: resiste la provocación del desprecio o agresión a tu orgullo y cólera, porque ésta sólo es una sencilla regla de convivencia común, y no de contienda militar o lucha por la superviviencia). 40 Y si alguno te quiere citar ante el juez para quitarte la túnica, abandónale también tu manto. 41 Y si alguno te quiere llevar por fuerza una milla, ve con él dos (la soldadesca que vigilaba los caminos a modo de Policía y que te podían parar o desviar de tu camino). 42 Da a quien te pide, y no vuelvas la espalda a quien quiera tomar prestado de ti”.

43 Oísteis que fue dicho: «Amarás a tu prójimo, y odiarás a tu enemigo». 44 Mas Yo os digo: “Amad a vuestros enemigos, y rogad por los que os persiguen, 45 a fin de que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace levantar su sol sobre malos y buenos, y descender su lluvia sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿Los mismos publicanos no hacen otro tanto? 47 Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis vosotros de particular? ¿No hacen otro tanto los gentiles? 48 Sed, pues, vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”.

– Mateo 5, 38-48.

¿Han leído los versículos? Dios quiere que seamos como hermanos mayores al cargo de quienes nos dañan. Como cuando un Padre hace un viaje y te deja al cargo de tus hermanos pequeños, por decirlo así.

Eclesiástico. Biblia Nácar-Colunga (Ed.1944).
Sencillos consejos de conviviencia y sentido común en el Antiguo Testamento.

Eclesiástico (reglas de conviviencia) Biblia Nácar-Colunga (Ed.1944)
Biblia Nácar-Colunga (Ed.1944) (Collage) (492 KB)

ECLESIÁSTICO 28
Moderación de la ira

«1 El que se venga será víctima de la venganza del Señor,
que le pedirá exacta cuenta de sus pecados.
2 Perdona a tu prójimo la injuria,
y tus pecados, a tus ruegos, te serán perdonados.
3 ¿Guarda el hombre rencor contra el hombre,
e irá a pedir perdón al Señor?
4 No tiene misericordia de su semejante,
y va a suplicar por sus pecados?
5 Siendo carne, guarda rencor,
¿Quién va a tener piedad de sus pecados?
6 Acuérdate de tus postrimerías y no tengas odio,
7 Y guárdate de la corrupción y de la muerte y cumple los mandamientos.
8 Acuérdate de la ley, de la alianza del Altísimo,
9 No aborrezcas a tu prójimo y perdona las ofensas.
10 Aléjate de contiendas y aminorarás los pecados,
11 Porque el hombre iracundo enciende las contiendas.
El hombre pecador siembra la turbación entre amigos,
y en medio de los pacíficos arroja la calumnia.
12 A tenor del combustible se enciende y se alimenta el fuego,
y según el poder del hombre es su ira;
según su riqueza crece su cólera,
y se enciende según la violencia de la disputa.
13 Pez y resina avivan el fuego,
y una riña violenta hace correr la sangre.
14 Si soplas sobre una brasa, se enciende,
y si escupes sobre ella, se apaga;
y ambas cosas proceden de tu boca.»

– Eclesiástico 28, 1-14.

Esta entrada también está publicada en uncatolicoperplejo.wordpress.com.

Un saludo. Cuídense de este mundo.

Postdata

Estamos lejos de ser pacifistas. Y no toleramos ni el mal, ni la mentira, ni la pederastia, ni el asesinato ni el satanismo. Es decir, no toleramos a la masonería ni a su marxismo cultural ni a su Agenda2030 ni a sus crímenes de lesa humanidad.