El Infierno es un lugar, un espacio, reservado para Satán y para los que le aman. El sufrimiento de ese lugar es provocado por Satán y sus demonios, ya que el Infierno sólo es el lugar, únicamente el lugar. El Infierno es como una cárcel, es sólo el edificio y sus instalaciones, y lo que ocurre dentro es cosa de los internos. Por ejemplo, el fuego del Infierno, que allí quema como fuego físico, es el espíritu de Satanás; y las torturas que sufren allí las almas provienen de este fuego y de los demonios. Es el alivio que tienen a su furia de odio, torturar sin descanso a las almas.
No confundir «Infierno» con «los infiernos» en plural. Estos últimos son lugares intermedios y también conocidos como «los Limbos», donde residían las almas de los justos a la espera de ser liberados por el Mesías prometido por Dios. Esto es, esperaban la llegada de Jesucristo para poder entrar en ordenación y así emprender el camino al cielo a través del Purgatorio.
Las almas de los bebés nonatos; esto no es dogma de fe pero se tienen razonables indicios que se desprenden de la teología Cristiana, Sto Tomás de Aquino nos habla de ello en su SUMA de Teología; residen en estos Limbos. Es decir, que estos niños no nacidos no podrán tener la Visión Beatífica de Dios, o dicho de otra forma, llegar al cielo.